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En la infancia, los probióticos pueden ser mejoras para el sistema digestivo de los bebés y niños pequeños.
Los probióticos pueden ayudar a prevenir y tratar la diarrea, reducir los síntomas de alergias alimentarias y mejorar la absorción de nutrientes. También los probióticos ayudan en las mejoras y prevención en el tratamiento de infecciones respiratorias, como el resfriado común y la gripe.
Es importante tener en cuenta que, aunque los probióticos son generalmente seguros para la mayoría de los niños, se recomienda hablar con un médico antes de comenzar a administrar probióticos a un bebé o niño.
Recuerda que si tienes dudas en el cuidado y crecimiento de tu bebé, tu Pediatra te puede ayudar en todo momento.
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